The Furious: un tótem imprescindible de la acción del siglo XXI #SITGES2025
La clave para crear set-pieces de acción deslumbrantes recae en la posición de la cámara. Son muchos los ejemplos de secuencias de lucha de películas que se arruinan por un montaje demasiado frenético y utilizando los medios y primeros planos. Tanigaki entiende que para vislumbrar la espectacularidad de un combate este tiene que ser en gloriosos planos generales y vaya si el japonés triunfa en este apartado, gracias al trabajo de fotografía y montaje de Meteor Chang y Chris Tonick, respectivamente. El cineasta toma influencia de las grandes películas de Hong Kong e incluso de los hits de arcade como Street Fighter o Mortal Kombat, ya que se emula esa vista side scroll que Park Chan-wook glorificó en la pelea del pasillo de Oldboy. También se percibe una influencia clara del mundo de los videojuegos en la evolución in crescendo de la película, desde los NPCs que veríamos en el tutorial hasta llegar a los jefes finales que ponen a prueba nuestra resistencia.
Cabe recalcar que el espectador no espere una película realista, a pesar de que tristemente las redes de tráfico de menores siguen plagando nuestra sociedad, y que se aplique ese concepto que tanto utilizamos los que escribimos de cine llamado suspensión de realidad. Aquí no solo los personajes sobreviven a lo impensable, sino que son capaces de resistir golpes de martillos, cuchillos e incluso bicicletas.
El guion logra encadenar set-pieces espectaculares sin perder la importancia de desarrollar a sus personajes, logrando que el espectador acabe simpatizando con ellos, tanto que las peleas ya no se celebran por el puro espectáculo, sino por el deseo inherente de que los protagonistas logren vencer. A destacar, además de los papeles protagonistas de Xie Miao y Joe Taslim, la interpretación de la hija del protagonista por Yang Enyou, que dota a la película de una sensibilidad particular.
Otro triunfo por parte de la planificación es el aprovechamiento absoluto de los escenarios de la película para que los personajes interactúen con su entorno. En ese sentido, todo lo que veas en pantalla puede, y lo más probable es que acabe siendo, utilizado por los personajes como arma, ya estemos hablando de una botella de whisky, una escalera o las bicicletas previamente mencionadas.
Es por absolutos hits como The Furious que podemos respirar tranquilos sabiendo que los grandísimos directores de cine de acción están siendo sucedidos por una nueva generación de cineastas dispuestos a hacer caer mandíbulas y no escatimar en salvajismo, hemoglobina y puñetazos.
Javi Ocaña Benítez
Director y jefe de redacción de Visto En 35MM.
Amante del fantástico y apasionado de la escritura
cinematográfica en todas sus vertientes





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