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Viaje a la mente de un fordiano: "Memorias de un cinéfilo sarnoso" (2024) de Gerardo Sánchez

Hoy os traemos en Bobina y Tinta, nuestra sección dedicada a lo último de la literatura cinematográfica, el libro Memorias de un cinéfilo sarnoso, editado por Sílex y escrito por Gerardo Sánchez, director del programa televisivo Días de Cine.

Sílex está haciendo una estupenda labor en todos los ámbitos de la escritura de no ficción, especialmente el ensayo cinematográfico. Ya reseñamos su libro El tercer hombre: 14 visiones de una obra maestra, donde un puñado de plumas cinematográficas arrojaban sus heterogéneas percepciones sobre la incontestable obra maestra de Carol Reed

En su línea de ensayos cinematográficos, el sello editorial ha publicado recientemente estas Memorias de un cinéfilo sarnoso, escritas por Gerardo Sánchez, un amante del cine como pocos, escritor, montador, director y forofo ciclista. En su libro, exquisitamente prologado por la autora Elvira Lindo, Gerardo Sánchez recorre su vida entrecruzando las vivencias con las películas que han marcado un antes y un después en su cinefilia. En sus trabajos para el mundo literario, Gerardo ha aportado su pluma para el ya mencionado proyecto sobre El tercer hombre y se dedica mayoritariamente en este campo a colaborar en los magníficos libros editados por Notorious Ediciones.

Estas memorias fluyen como del cauce de un río se tratase, llena de anécdotas sazonadas con el humor e ingenio del autor y donde las evocaciones a películas, canciones, series de televisión y literatura aportan un estilo único que hace de este libro un texto auténtico. Desde sus inicios en Madrid hasta sus recuerdos más emotivos con familiares, amistades y leyendas del cine a las que ha tenido la oportunidad de entrevistar, el autor ha tenido la suerte de vivir, simultáneamente, “una vida de repuesto”, como Garci describe al arte cinematográfico, y una trayectoria llena de grandes momentos e instantes que le han servido de aprendizaje. Pasajes como sus desventuras en el colegio, sus comienzos en RTVE y que le marcaron de por vida o sus experiencias en el Festival de San Sebastián se engrandecen por ese toque-Gerardo de complementar todas sus memorias con referencias a películas que demuestran que esto del cine es un bicho que te pica, como el autor bien defiende a lo largo del libro.

La lectura, incluso para los que no son conocedores de la labor de divulgación cinematográfica de Gerardo, es extremadamente estimulante si el cine es una parte importante de la vida del lector. La cantidad de títulos que Gerardo aglutina, sobre todo en sus últimos capítulos, son llena-watchlists de manual. Decir que las watchlists son listas de películas pendientes, no vaya yo a convertirme en un singer mornings como el autor define irónicamente en el libro. Cabe recalcar que Gerardo tiene como incunable el Vamos a hablar de cine de Jose María García Escudero que, si podéis haceros con él, vais a tener la mejor introducción posible a este arte tan inmenso. Por ello, yo de vosotros y vosotras me fiaría de sus recomendaciones que hace tanto en la televisión como en su canal de YouTube, The Quiet Man

Para una persona lejana a esa España que Gerardo describe en sus primeros capítulos, el libro se torna un testamento atemporal de como se vivía en aquella época. Las dinámicas familiares, la concepción del cine que se tenía antaño como caja de sueños, que deberíamos de tener en cuenta incluso ahora cuando las pantallas no nos sorprenden ya. Todo ello hace que la lectura sea auténtica y que dichas descripciones hagan al lector transportarse al mundo de Gerardo. 

Uno llega a Memorias de un cinéfilo sarnoso esperando el viaje del héroe de Joseph Campbell, que se relate en orden cronológico la vida de Gerardo Sánchez desde abajo hasta el triunfo, from rags to riches, como aquella canción de Tony Bennett, al estilo de un biopic edulcorado a los que Hollywood nos ha acostumbrado. Afortunadamente, el autor no concibe el libro como una narración de hechos sin más, sino un flujo de conciencia, el stream of conciousness que planteaba William James, donde el presente y pasado confluyen, las anécdotas pequeñas se tornan lecciones valiosas y las referencias cinematográficas y musicales dan sentido a las memorias de este incansable amante del celuloide.

Javi Ocaña Benítez

 


Director y jefe de redacción de Visto En 35MM.    
Amante del fantástico y apasionado de la escritura 
cinematográfica en todas sus vertientes

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