"8": Una singular filigrana fílmica que honra a la ciudadanía española┃#28FestivalMálaga

Presentada el domingo 16 de marzo dentro de la Sección Oficial Fuera de Concurso del Festival de Málaga y estrenada el 21 de marzo, 8 supone el nuevo proyecto del cineasta Julio Medem con el que plantea una historia de dos personas fragmentada en ocho momentos clave de su vida.

Para los espectadores españoles, el nombre de Julio Medem evoca a un cineasta rompedor, con un imaginario personal que lleva deslumbrando a la crítica y público desde su ópera prima Vacas (1992). Desde esa película han pasado más de treinta años y la industria llevaba casi una década esperando la próxima producción del director donostiarra. En el contexto de la Sección Oficial Fuera de Concurso se presentó 8, su nueva película. Este año es donde presentará, además, Minotauro, Picasso y las mujeres del Guernica, sobre el pintor malagueño, pero no hay noticias de su distribución a la fecha de escribir estas líneas.

En 8, Medem pretende contar la historia de dos personas que nacen en un sitio común y el destino va cruzándolas, con una relación intertextual clara si la contrastamos con la maravillosa Los amantes del círculo polar (1998). No obstante y más allá de ciertos trasvases, no hay que entender 8 como una historia similar a la escrita en 1998, sino un filme que, a través de la pareja de Octavio (Javier Rey) y Adela (Ana Rujas), hace un retrato caleidoscópico de los momentos más importantes de los últimos 90 años de historia de nuestro país.

A través de los taconeos de Sara Baras y unos fundidos en blanco, la historia de Octavio y Adela da comienzo en la II República, descendientes de familias que se hallan en las antípodas políticas. Con el paso del tiempo, sus caminos van entrelazándose, siguiendo la forma del número 8, que da nombre al filme, con cada fragmento de su memoria estando plasmado con la estética de su época no solo en cuanto a la ambientación, sino también en la fotografía, uno de los puntos más destacables de la cinta. Rafael Reparaz, director de fotografía de la película, utiliza desde el expresionismo alemán homenajeando a figuras como Murnau en los primeros minutos de la película hasta llegar a los avances visuales del nuevo milenio. Todo ello da a 8 un empaque muy contundente, que solo se engrandece si tenemos en cuenta la auténtica proeza que supone el hecho que su mayoría está compuesta por planos secuencia con cortes entrelazados que no afectan a su ritmo.

Quizá ello sea el aspecto que más puede dividir al público y a la crítica. Al ser más una constelación de memorias que una película convencional, la audiencia debe tener la mente abierta y tratar de saborear la película en su conjunto, tal y como mencionó su director durante la presentación de la película en el festival. Su guion hay que entenderlo en el contexto de un recuerdo, no tanto por su realismo, con frases que quizá no suenen naturales, pero que funcionan dentro de la película. A la salida de la proyección, sentí la misma sensación que tuve con Megalópolis de Coppola, salvando las distancias, ya que, homogéneamente a esa fábula sobre Nueva Roma, estamos ante una película que pretende ofrecer algo innovador y rompedor, con mucho corazón y alma detrás. 

En el coloquio posterior se comentó la frase "Cada espectador la va a hacer suya". Por ello mismo, he conectado por completo con lo que plantea el cineasta en su filme y, a pesar de estar en desacuerdo con mis compañeros críticos que no la han visto con mis ojos, sí creo que es beneficioso que se abra un debate y una conversación sobre el cine y lo que narra.

8 habla sobre saber pedir perdón y saber perdonar, sobre el cainismo constante de una España que está en constante rivalidad interna, ya sea de manera más explicita en la Guerra Civil o con las numerosas revueltas políticas causadas por una división política cada vez mayor. Dedicada a los y las españolas, Medem triunfa en realizar un viaje impetuoso a través de la complicada tarea de definir a la ciudadanía española, a través de un dúo protagonista notablemente interpretado por Rey y Rujas y una simbiosis de montaje y fotografía que hará que el espectador que entre de primeras no quiera levantarse de la butaca.

Javi Ocaña Benítez

 


Director y jefe de redacción de Visto En 35MM.    
Amante del fantástico y apasionado de la escritura 
cinematográfica en todas sus vertientes


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